Biopics: ¿Cuándo es suficiente?

Desde sus comienzos, Hollywood ha usado este género hasta el cansancio.

Durante la última década, se ha hecho más que evidente que la industria cinematográfica tiene un hijo predilecto: las biopics. Este tema tan abarcativo incluye historias personales de gente importante, al igual que las historias de cómo algo fue creado y todos los problemas que tuvo en el camino.

 

¿Qué es una biopic?

Biopic significa “largometraje biográfico”, es decir, una película o serie que cuenta la historia de una persona real y, por el bien de este artículo, la historia detrás de la creación de algo que revolucionó el mundo. Puede cubrir una gran variedad de temas y, la mayor parte del tiempo, los directores se toman licencias artísticas para crear una producción mucho más atractiva. 

Pero a pesar de que son muy interesantes, cuando la mitad de las películas que se lanzan al año son biopics, se vuelve un poco repetitivo.  El año pasado, productoras galardonadas lanzaron Elvis, Rubia, Los Fabelman, Argentina 1985, Quiero bailar con alguien: La historia de Whitney Houston, Las nadadoras, Weird: The Al Yankovic Story, El arma del engaño, y muchas MUCHAS más historias reales (sí, hay más).

Puedes elegir entre una amplia variedad (sobre casi todo lo que te imagines). En marzo de 2023, Apple TV lanzó Tetris, la historia detrás del famoso juego que casi todos nosotros jugamos de niños e incluso de adultos. El año anterior, Netflix presentó Playlist, que nos cuenta la historia de Spotify de una manera interesante, y a veces un poco confusa. En el 2019, Yo, Tonya se convirtió en una de las favoritas de las fans al contar la historia de la patinadora sobre hielo norteamericana, Tonya Harding, y su conexión con el ataque a Nancy Kerrigan, su rival en 1994. Y este mismo año, Elvis obtuvo muy buenas reseñas y puso al actor Austin Butler en el mapa.

 

¿Por qué vemos tantas biopics?

¿Qué tiene este género en específico que atrae a tantos cineastas en todo el mundo? ¿Y por qué está Hollywood tan obsesionado con él? Bueno, no se sabe 🤷. Muchos dicen que “los artistas aman contar historias sobre otros artistas” o que “la realidad supera la ficción”, ¿pero cuándo es suficiente? Ha llegado al punto en que Hollywood parece no tener ganas de invertir en ideas propias; solo esperan a que suceda algo (más o menos) llamativo para empezar a producir una película de alto presupuesto en base a ella.

La parte realmente interesante es que incluso si la historia es aburrida, productoras en todo el mundo tienen la singular tarea de hacerla absolutamente alucinante. No solo añadiendo tramas complejas, efectos visuales que sorprenden y paisajes espectaculares, sino también escribiendo libretos profundos que hacen que la audiencia no pueda quitar los ojos de la pantalla… y eso no es nada fácil; pero pese a ello, la mayor parte del tiempo, los guionistas logran ejecutarlo a la maravilla. 

Y quizás esa es la razón por la que Hollywood está obsesionado con las biopics: Porque tienen la posibilidad de transformar algo ordinario en algo extraordinario. Tomemos como ejemplo Air (2023). En la última película de Ben Affleck vemos como Nike consiguió que Michael Jordan, en ese entonces novato, firmara un contrato con ellos, un contrato que revolucionaría el mundo del deporte y de la moda hasta la actualidad. Y durante dos horas estás alentando para que se fabrique un par de zapatillas… ¡UN PAR DE ZAPATILLAS! La historia es atrapante, pero si no fuera por el guión y la calidad actoral de las estrellas, no se te hubiera ni ocurrido googlear cómo fue que se firmó este contrato. 

El trabajo de una película es hacer que a la audiencia le importe el proceso y, muchas veces, lo logran. 

 

¿Por qué son tan frecuentes?

No podemos negar que hoy en día hay más estrenos de biopics que nunca. Y sobre eventos muy recientes, y sobre gente que sigue viva y activa en su trabajo. Parecería que Hollywood se apresura por empezar el proceso de producción ni bien algo emocionante sucede. Y, quizás, solo quizás, deberían dejar que pase un tiempo para que la historia se asiente un poco, generando así una audiencia más numerosa.

No hay mejor sensación que ver una película de la que no sabes nada y luego leer en los créditos: “BASADA EN UNA HISTORIA REAL” o “INSPIRADA EN EVENTOS REALES”. Te hace querer saber más, ver si los actores y actrices se parecen a sus personajes reales, si los paisajes están correctos y comprobar que la info está bien. Pero si ves una producción sobre algo que pasó hace solo 2 años sin nada de información “secreta” o poco conocida, mejor vuelve a leer las noticias y listo.

 

¿Buenas o malas?

No te equivoques. Hacer una biopic es un riesgo. Si sale bien, todos la aman, los cines están colmados y los premios más importantes de la industria se ven en el horizonte. Pero si es mala, no solo le va mal en la taquilla, sino que también destruye la ilusión de miles de fans en todo el mundo. Y ahora más que nunca, las redes sociales son un lugar donde la gente puede ser muy dura con sus críticas. 

Lo que sí es cierto es que las biopics están ganando terreno en el mundo de los premios. Películas como Bohemian Rhapsody (2018) y La teoría del todo (2014) no solo consiguieron ganarse el corazón de miles de personas en todo el mundo, sino que también obtuvieron la posibilidad de llevarse a casa grandes premios. En los últimos 12 años, seis ganadores del Óscar a Mejor actor interpretaron a una persona de la vida real. Desde el 2011, tres películas basadas en hechos reales ganaron la categoría de Mejor película: El discurso del rey (2011), Argo (2013) y 12 años de esclavitud (2014). Y cabe aclarar que también fueron éxitos de taquilla, recaudando más de 847 mil dólares en conjunto.

 

¿Qué le gusta a la audiencia de las biopics?

Hollywood no puede producir películas solo porque “ama contar historias sobre otros artistas”. Es por algo mucho más profundo. Es porque saben que la audiencia podrá relacionarse con esas historias. Le dan esperanza. 

Incluso si es por un breve momento, los espectadores sienten que les puede suceder a ellos también. Siembra una idea. Una idea de que todo es posible. Y estamos de acuerdo en que no hay nada mejor que sentirnos capaces de cualquier cosa de vez en cuando.

 

Reflexión final 

A veces, googlear una historia no es suficiente; a veces debes verla, sentirla, adentrarte en ese mundo para entender el esfuerzo y pasión que necesitaron para cumplir sus sueños; a veces debes ir al cine para sentirte capaz de todo y poder ir a contarle a tus amigos una historia de éxito ordinaria pero extraordinaria.

¿Tú qué opinas? ¿Te gustan las biopics o prefieres otros géneros? ¡Cuéntanos en los comentarios! Nos encanta saber de ti.

 

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1 Comentario

  1. siya

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